lunes, 17 de diciembre de 2007

Ahogados en la miseria


Sé que hay numerosos funcionarios corruptos de la ANP que nadan en la abundancia gracias a ayudas internacionales. Sé que de ellos es, en gran parte, la culpa de que haya infinitud de palestinos pasando las de Caín para sacar a su gente adelante. Sé que ese remedo de administración que hay en los Territorios Ocupados no ha mirado a todos por igual, no ha gestionado como debía, no ha pensado en el futuro, no ha sido una maquinaria suiza perfecta. Pero también sé que el bloqueo israelí, la mirada hacia otro lado de EEUU y la falta de compromiso de la UE han completado el cuadro de miseria de aquella tierra. Que todos tienen su parte de culpa en el desastre.


Hoy debería ser un gran día si en París los occidentales, tan buenos, tan solidarios, se deciden a inyectar dinero en aquella tierra. Eso sí, con el compromiso de la ANP de racionalizar el gasto y centrarse en lo necesario y no en lo accesorio. Habrá que ayudar a los ciudadanos de Belén, con un paro que roza el 70%, en el que no quedan tiendas abiertas, ni hay un taller en pie (no digamos una mínima fábrica de algo); a los de Hebrón, donde siete de cada diez familias comen gracias a las ONG; a los de Nablus, donde el índice de absentismo escolar ronda el 85%. Lo peor se lo lleva Gaza donde en el último año, según Gisha (Legal Center For Freedom Of Movement, Israel) han tenido que cerrar unas 3.000 empresas cada mes por falta de materias primas o por la imposibilidad de exportar. En los hospitales no hay dinero ni para pagar a los doctores ni para arreglar las máquinas de diálisis (cuando las hay) e incluso se reducen las comidas diarias mínimas para recuperar a los enfermos.


Para evitar la "castástrofe total", dice el presidente palestino Mahmud Abbas, es necesario conseguir 3.800 millones de euros, lo mínimo que se despacha para crear un Estado propio a finales de 2008. Eso es lo que se ha propuesto en la Conferencia de Annapolis (EEUU) pero, claro, habrá que ver si se cumple... Os recuerdo que, según la Hoja de Ruta, este Estado debería ser una realidad desde hace al menos un año. En fin, que sin ese montante no habrá ni infraestructuras, ni servicios ni la "estructura política" que garantice una gestión eficaz (es un decir, un deseo más bien). Condoleezza Rice ha anunciado hace unas horas que su Gobierno destinará a Palestina 550 millones de dólares para el próximo año. Están bien los compromisos. Lo que temo es que haya una correlación directa entre el dinero que hoy pone cada cual sobre la mesa y las condiciones que se pondrán después sobre los mapas, sobre las fronteras, los refugiados, Jerusalén, cuando suene la campana final y haya que ponerse manos a la obra, a pintar un Estado de verdad.


Escribo con esperanza pero con descreimiento, con la sensación de que sólo se impulsará una solución en breve si conviene a la carrera electoral de los republicanos estadounidenses. Sabiendo que los países árabes que participaron en Annapolis ya están cejándose, que decía mi abuela, tras el toque que les dio Bin Laden la pasada semana. Sabiendo que Palestina está partida y que hay quien habla de dos estados palestinos, Gaza y Cisjordania. Sabiendo del escaso interés mostrado por Occidente desde hace 60 años. En fin, ojalá que al menos de París salgan aspirinas y libretas. Aunque sea para que los ricos durmamos con la conciencia tranquila.



P.D.: La fotografía es de Alex Majoli (Magnum) y fue tomada en Hebrón en el año 2000. Más en:

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