lunes, 14 de julio de 2008

Felipe

Adoro a Mafalda, pero casi casi más adoro a Felipe. Pobrecito, siempre queriendo ser El Llanero Solitario, siempre en las nubes y con la imaginación desbordada (no sé de qué me suena), siempre encendido, cortado, intimidado, siempre enamorado de la pava de arriba -maldita Muriel- y siempre indeciso. Ahí, sin ganas de hacer los deberes ni de ir al cole, cercado por Susanita y sus hijitos, atribulado con el porvenir, con la responsabilidad, obsesionado con ser feliz. Estos días me han recordado muchas tiras de Quino, así que ya era hora de que dejase aquí algún pequeño recuerdo. Buena manera de empezar las vacaciones, ¿no?

5 comentarios:

Unknown dijo...

He visto tu blog en el de Mijallo. Buenos ambos. Saludos desde Zaragoza

Unknown dijo...

Qué va, Libertad, siempre Libertad...

Unknown dijo...

Yo una vez presté un Todo Mafalda y nunca lo recuperé. Paquito, si lees este blog, por favor... devuélvemelo, hijoputa!

Anónimo dijo...

¿Os acordais? En clase teníamos un Felipe (que artito que estoy, decia). Me encantaba.

Unknown dijo...

Grande Felipe...