El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
Tiene buenas cosas esta mujer. La pena es que se tenga que morir para que la descubramos (hablo desde mi más absoluto desconocimiento, igual los demás la adorábais).
3 comentarios:
Que vivan las mujeres valientes, como la Françoise, como tú.
No la conocía, y eso que se supone que soy fotógrafa! Antonio me recomendó este sitio, veo que iba bien encaminado. ¿Puedo seguir viniendo y opinando?
Muchos besos
Anichu
Tiene buenas cosas esta mujer. La pena es que se tenga que morir para que la descubramos (hablo desde mi más absoluto desconocimiento, igual los demás la adorábais).
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